Uno de los tratamientos más recomendados en esta época del año es la mesoterapia facial, sobre todo si lo que nos interesa es tener la piel rehidratada, luminosa y a punto en un período corto de tiempo. Existen distintas técnicas y principios activos por lo que es interesante saber exactamente en qué consiste y qué diferencia a unas de otras.
En general, la mesoterapia tiene como indicaciones principales la retención hídrica cutánea, aumentar la elasticidad de la piel, uniformizar su color y combatir arrugas o líneas de expresión incipientes, convirtiéndose es un excelente tratamiento anti edad.
Existen en el mercado multitud de productos de mesoterapia bajo diversos nombres comerciales y que utilizan distintos principios activos, que se utilizan solos o en combinación unos con otros, como las vitaminas, aminoácidos, oligoelementos, ácido hialurónico no reticulado o silicio orgánico. La elección sobre el tipo o tipos de principio activo a inyectar las decidirá el médico especialista que hayamos elegido para efectuarla ya que, dependiendo del estado de la piel y de nuestra edad, será más efectiva una que otra. De esta manera, en tratamientos antioxidantes sería interesante la combinación de vitaminas y silicio y en tratamientos hidratantes, el silicio y el ácido hialurónico no reticulado.
Las técnicas más utilizadas son la inyección intradérmica y el nappage intradérmico. La primera consiste en realizar inyecciones de entre 2 mm (superficial) y 4 mm (profunda) a muy pequeñas dosis. La segunda, el nappage, se utiliza especialmente para la revitalización facial y consiste en la realización de inyecciones múltiples a menos de 2 mm de profundidad.
Como la mayor parte de tratamientos médico-estéticos, la mesoterapia es totalmente segura y eficaz, no obstante, debe realizarse siempre de manos de un médico especialista.