Esta época del año, pasadas ya las fiestas de Navidad y aún en pleno invierno, es sin duda la mejor para ir planificando cualquier tipo de intervención quirúrgica con el objetivo de lucir nuestro mejor aspecto durante los meses de verano.
Las razones para ello no son meramente estéticas, los meses fríos son mejores en términos de cicatrización e inflamación. Las heridas que nos dejará la cirugía cicatrizan mejor sin una exposición intensa al sol y, al hacer menos calor, se reducirá el efecto de la inflamación. Además, en el caso de las cirugías de pecho o lipoescultura (liposucción), tendremos que llevar prendas de compresión específicas durante algún tiempo y estas prendas son más fáciles de disimular en los meses en los que llevamos más ropa encima.
Otra motivación para empezar a planificar ya nuestra intervención quirúrgica es que dispondremos de más tiempo para concertar visitas informativas en nuestra clínica o en distintas clínicas para recopilar toda la información que necesitemos. Si no se tiene claro a qué profesional elegir, la mejor opción es acudir a varios y seleccionar a aquel que nos dé más confianza. Además, éste nos deberá explicar de forma clara todo el procedimiento (pre y post), los riesgos y posibles complicaciones de la intervención y los resultados que podemos esperar de la cirugía. También tendremos que pedir un presupuesto completo y específico en el que se incluyan todas las partidas para evitar posibles sorpresas de última hora.
Adicionalmente, en el caso de algunas cirugías como pueda ser la lipoescultura, estaremos a tiempo de llevar a cabo un buen preoperatorio y, posteriormente un postoperatorio, que mejorará considerablemente los resultados de la cirugía y hará que tengamos una recuperación más rápida.
En resumen, si estás pensado en someterte a una intervención de cirugía estética, este es el mejor momento del año para empezar a moverte, por comodidad, estética y seguridad.