La fitoterapia constituye una de las alternativas terapéuticas de la Medicina Tradicional China. Siguiendo los conceptos de equilibrio y armonía, que conforman los pilares sobre los que se apoya esta medicina oriental tradicional, la fitoterapia es el tratamiento a base de determinadas hierbas y plantas con poder medicinal.
La fitoterapia se remonta a tiempos muy remotos y se fundamenta en las propiedades farmacológicas de las plantas atendiendo a la “vida biológica de cada uno”. Utiliza distintas hierbas en una sola fórmula buscando su unión específica y la acción potenciadora y reguladora que tienen cada una de ellas en combinación con las demás. Hay una hierba dominante que determina el efecto de la fórmula y otras que contribuyen a armonizar la mezcla y eliminar posibles efectos secundarios que pudieran afectar al individuo. Como cualquier medicamento, la ingesta de algunas plantas puede tener efectos secundarios por lo que es imprescindible que el profesional que nos paute el tratamiento tenga un conocimiento muy amplio y demostrable de las plantas y de sus usos terapéuticos. Las plantas, ya sea a partir de su raíz, hoja, tallo o flor, según el caso, las podemos encontrar en distintas presentaciones como extractos, fluidos, aceites o infusiones según sea la necesidad de aplicación.
La Fitoterapia constituye un recurso útil en todos los procesos patológicos siempre que exista un diagnóstico previo en el contexto de una historia clínica adecuada y un amplio conocimiento del paciente. Es evidente que el manejo de la fitoterapia tiene mucho de arte, porque es necesario ajustar muy fino para mitigar patologías y dolencias, asociar enfermos a individuos y combinar genética y situaciones para dar en definitiva con la fórmula magistral que nos alivie.