Cómo eliminar las manchas después del verano

Hay que distinguir entre dos tipos de manchas o hiperpigmentaciones que aparecen o empeoran tras períodos de exposición solar. Son los melasmas y los léntigos.

Melasma

Es una hiperpigmentación melanótica motivada por un aumento de la cantidad de melanina presente en la piel.

Es más frecuente en las mujeres, en zonas expuestas al sol y sobre todo en la cara. Suelen presentarse como placas simétricas de diferentes tono de marrones a grises, con bordes irregulares con un límite claro con la piel no afecta. Aparecen sobre todo en mejillas, frente y labio superior.

Se trata de una hiperpigmentación evolutiva, a veces con remisiones más o menos importantes de tipo estacional y condicionadas por la exposición solar. Se agrava, y muchas veces se inicia, durante los embarazos, con toma de anticonceptivos orales, uso de cosméticos o perfumes que actúan de fotosensibilizantes (por ej. Aceite de Bergamota, limoneno).

La melanina puede localizarse a diferente profundidad de la piel, a nivel epidérmico, dérmico o mixto. Esto no puede ayudar en el pronóstico respecto al tratamiento, aunque no es definitivo.

En cuanto al tratamiento hay que saber que la mancha nunca desaparece aunque puede hacerse muy poco visible y puede reaparecer ante diferentes cambios hormonales, exposición al sol o u sustancias fotosensibilizantes. Por esta razón es fundamental el uso de fotoprotectores ante rayos UVA y UVB.

La hidroquinona tópica, en diferentes concentraciones, es una buena opción como tratamiento inicial. Este tratamiento, sin embargo, no debe prolongarse en exceso.

En la consulta podemos realizar diferentes peelings con difrentes agentes despigmentantes como ácido fítico, ácido glicólico, retinol, la vitamina C, ácido tricloroacético solos o en combinación. La elección del tratamiento, tanto del producto como de la duración, es individualizado, según cada tipo de piel y del melasma. En muchas ocasiones los peeling se acompañan de un tratamiento despigmentante mediante cremas de uso domiciliario para mejorar y alargar los resultados.

Léntigos

Los léntigos solares o seniles se deben a un aumento de número de melanocitos en la piel. Suelen tener una tonalidad marronácea, con una superficie rugosa, aparecen más frecuentemente en la cara, las manos y escote de forma simultánea y no simétrica.

En el tratamiento de estas lesiones podemos utilizar agentes exfoliantes y despigmentantes, como el ácido tricloroacético, a veces en combinación con agentes hidratantes si se tratan zonas extensas. Al igual que en los melasmas es fundamental la fotoprotección, incluso en invierno.

En ocasiones el tratamiento con láser en una buena opción terapéutica pero hay que tener en cuenta que puede ocasionar hipopigmentación y atrofia de  la piel.